sábado, 21 de julio de 2007

Los Blops su historia parte I

Formación:Santiago, 1964.
Disolución:1973
Reagrupados en 1978 y 2001

Julio Villalobos, voz y guitarra (64 - 72).
Alejandro Greene, guitarra (64 - 66).
Pedro Greene, batería (64 - 70/01- 03).
Andrés Orrego, voz (66 – 69).
Felipe Orrego, guitarra (68 - 69).
Juan Pablo Orrego, voz y bajo (66 -74 /78-81/01-03).
Eduardo Gatti, voz y guitarra (69 - 74 /78 -81/01-03).

Juan Contreras, teclados y flauta traversa (69 - 73).
Sergio Bezard, batería (69 - 73).
Juan Carlos Villegas, teclados (72 - 73).
Carlos Fernández, guitarra y teclados (74 /01 -03) .
Jaime Labarca, batería y percusión (78 - 81).
Andrés Pollak, teclados (01 - 02).


Surgida con los efervescentes años '60, Blops fue una de las pocas bandas de la época que pudo trascender su inspiración anglosajona para dar paso a creaciones originales y de poderosa identidad propia. El resultado fue un rock inteligente, con una poesía y sonido que se mantienen frescos hasta hoy.

Tras su disolución, en 1973, sus tres discos constituyeron un patrimonio perdido hasta que el esfuerzo personal de sus integrantes permitió su reedición en CD, el año 2001. Fue ése un acto de justicia con un nombre fundamental del rock chileno. Su historia incluye dos fugaces intentos de reagrupamiento, un clásico de la envergadura de "Los momentos" y un impacto que, si bien nunca fue masivo, caló hondo en un sector del público y de la comunidad musical chilena. Esencia hippieLa banda surgió en 1968, con una mezcla de estudiantes de los colegios Manuel de Salas y Alianza Francesa. El dato es importante, pues para entonces sólo los sectores más acomodados de Santiago eran los que podían mantenerse al día con las tendencias rockeras que tan fértilmente se estaban desarrollando en Europa y Estados Unidos.


La familia Orrego fue protagonista de la prehistoria del conjunto, con un grupo formado en 1964 entre Juan Pablo Orrego en el bajo; su hermano Andrés en la voz; y dos de sus primos en la segunda guitarra y batería, respectivamente: Felipe Orrego y Pedro Greene. Todos ellos, junto al guitarrista Julio Villalobos, estructuraron un grupo que levantó sus primeros reperortorios con covers de bandas como The Doors, The Who y The Rolling Stones.En el verano de 1969, el abuelo Orrego les compró a sus nietos un amplificador de precarios 12 watts, y les consiguió un cupo para actuar en una ramada de Isla Negra. Recién entonces adoptaron el nombre del grupo, inspirado en el sonido del golpe de una gota de agua contra el suelo.

Ese mismo año se incorporaron Juan Contreras (teclado y flauta traversa) y Sergio Bezard (batería). En el verano de 1970, poco después de la salida de casi toda la familia Orrego (excepto Juan Pablo), llegó Eduardo Gatti, cuyo ingreso dejó sentadas las bases definitivas del quinteto.A Gatti lo habían conocido el año anterior en un festival de la calle Pocuro, cuando era el guitarrista de los ya desaparecidos Apparition. Recién llegado de un largo viaje a Europa, el guitarrista compartió el liderazgo con Villalobos, y fue clave en la decisión del grupo de comenzar a componer sus propias canciones. “Barroquita”, de Juan Pablo Orrego, fue el primer tema, con el cual la banda comenzó a escribir su propia historia y abandonó el inglés como idioma de su puesta en escena.

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Sorprendentemente, fue el sello del Partido Comunista, Dicap, el único que aceptó editarles un disco, pese a las desconfianza ideológicas que despertaba su orientación más bien hippie, su abierta simpatía hacia la marihuana, y su falta de un mayor compromiso con el intenso proceso político de esos años. Pero allanó las cosas su cercanía con Ángel Parra (quien estaba casado con una tía de Juan Pablo Orrego) y su amistad con Víctor Jara (con quien habían colaborado en su álbum El derecho de vivir en paz).

La disquera les cedió algunos días de estudio, durante los cuales grabaron sus primeros nueve temas. Al final de esas sesiones, y casi accidentalmente, decidieron incluir una composición de Eduardo Gatti que apenas conocían: "Los momentos". Cuando apareció Blops (1970) jamás imaginaron que sería precisamente esa canción su gran legado a la música popular chilena.

Al año siguiente, cuando la relación con Dicap ya se había quebrado, el sello Peña de los Parra registró su segundo disco, titulado también con el nombre del grupo pero conocido por el tema "Del volar de las palomas". Eran once canciones en las que se incorporaban algunas percusiones latinas, y en las que comenzaba a expresarse algo así como la filosofía de sus integrantes. Para entonces, parte del grupo vivía a la manera de una comunidad en un antiguo convento de La Reina (La Manchufela, lo llamaban), y participaban de las actividades del Instituto Arica, entidad pionera en Chile en impartir disciplinas orientales, como el tai-chi.

1 comentario:

Anónimo dijo...

porque ? en la reedicion en cd ,

no dejaron la caratula original de locomotora ?


Mario
Pucon